viernes, 7 de octubre de 2016

La Hacienda de San Martin.

Horror leyenda: La Hacienda de San Martín.
En 1810, durante la guerra de Independencia, el suelo de la Hacienda San Martín vibró con el estruendo de los cañones realistas. Muy cerca de la hacienda se entabló la legendaria Batalla del Monte de las Cruces, donde los insurgentes lograron una de sus mayores victorias. Más tarde, la Hacienda San Martín se vio asolada por grupos de revolucionarios comandados por Emiliano Zapata. Al paso de los zapatistas, gran parte del casco de la hacienda se incendió.
Años después de este incidente Amalia pasaba cerca del lugar, un niño descuidado se cruzo frente a su auto por lo que freno bruscamente, bajo del auto a ver al niño quien al parecer estaba bien; -Ten más cuidado pude haberte matado, cómo te llamas pequeño monstruo?, -José Martínez y no soy monstruo, soy un angelito, ambos rieron abierta mente, el niño se despido y se marcho.
Miro hacia el campo y vio ese gran lugar descuidado, en parte en ruinas la cautivo se detuvo a observar por un instante y pensó que sería una gran hotel de lujo, soñó despierta como hacerlo y se marcho, un tiempo después volvió al lugar e hizo todo lo posible por comprar aquella hacienda para transformarla en un hotel de lujo, invirtió todos sus ahorros fue tanto el dinero que tuvo que invertir por la remodelación del lugar que se quedo sin un solo peso, al punto que tuvo que dormir en el lugar mientras se remodelaba, pero para no sentirse sola invito a su mejor amigo Guillermo a quien contrato también como chef para su hotel, durante la remodelación visitaron y revisaron cada una de las habitaciones, solo les faltaba el área del sótano.
En el sótano encontraron cofres con mucha ropa y objetos de aquella época, al parecer el fuego no daño esa área, al caminar mas al fondo encontraron unas escaleras que llevarían aun mas abajo bloqueada por vigas y piedras, una de las paredes se había derrumbado hacia esa área, pero más bien parecía que derribaron la pared y arrojaron el escombro a esa zona para evitar que entraran a ese lugar.
La remodelación de la hacienda quedo casi completa después de 6 meses, solo quedo pendiente liberar el acceso de la escalera y descubrir que había más abajo, Pero los trabajadores se negaron a trabajar ahí ya que mencionaban que se escuchaban ruidos extraños lamentos y llantos. Cuando  Amalia o Guillermo bajaban a revisar nunca escucharon nada de ruidos por lo que no le dieron importancia. Todas las habitaciones estaban listas para operar, en el sótano se montaría la cocina del hotel, así que contrataron nuevos albañiles para sacar el escombro de ese lugar y ver qué había detrás de tanta roca, un mes después la escalera estaba libre, al fondo una puerta grande de madera solida con 2 grandes cerrojos que pertenecían a una llave grande y vieja por el estilo de los mismos, los obreros se ofrecieron a derribarla, pero Amalia no lo permitió, ya que la puerta era hermosa y antigua no quería que la dañaran, así que la dejaron como estaba solo limpiaron el área.
Comenzaron los trabajos del montaje de la cocina para que iniciara a operar lo antes posible para la gran inauguración del hotel, esa tarde Guillermo acomodaba algunas cosas en el sótano cuando escucho unas pequeñas voces charlando al fondo del sótano entre la penumbra, en el lugar aun no había energía eléctrica la única luz que entraba al lugar era atreves de un par de pequeñas ventanas que dejaban entrar la luz del sol, así que Guillermo no podía ver muy bien qué es lo que había al fondo solo escuchaba el sonido de las voces como de niños secreteándose, camino lentamente hacia ese lugar entrando a las sombras en cuanto él se acerco más, las voces dejaron de escucharse y sus ojos comenzaron a adaptarse a la oscuridad, al tratar de buscar el origen de las voces no encontró nada, pero vio algo sobre el piso se acerco mas, se inclino para tomarlo era un pequeño cofre, camino hacia la luz para poder verlo con más detalle, lo coloco sobre una mesa, era un viejo cofre de madera con las iniciales JM talladas, lo abrió dentro del  encontró dos llaves grandes y viejas y la foto de un niño de cabello rubio con una boina de piel color negro detrás de la foto decía estaban las letras JM, No le dio mucha importancia, así que tomo las llaves bajo las escaleras y las probo en la vieja puerta, con ellas pudo abrir los 2 cerrojos pero no se atrevió abrir la puerta por considerar que tendría que esperar Amalia para ver que hay detrás de la puerta, saco su celular y le mando un mensaje indicándole a Amalia que la esperaba en la vieja puerta, en menos de 5min Amalia llego a la puerta, Guillermo sonrió, empujo la puerta y se abrió lentamente detrás de ella había muchos barriles de madera, entraron y vieron que era una bodega llena de barriles, los movieron dándose cuenta que estaban llenos, Guillermo quito el corcho y noto un dulce aroma a whiskey, vino tinto, Tequila, decidieron probar y vaya era el mejor trago de toda su vida, había un total de 79 barriles toda una cava de buen vino, celebraron hasta embriagarse, decidieron marcharse a dormir ya que al día siguiente  les esperaba más trabajo y los últimos detalles de la inauguración que sería la siguiente semana, al caminar por los pasillos hacia sus habitaciones, escucharon una risas como de niños, se miraron mutuamente, sonrieron y se fueron a su habitación pensando que era el alcohol el que los estaba bromeando, a la mañana siguiente comenzaron sus labores, unos de los trabajadores se acerco a Amalia, - Vi salir a su hijo desde temprano, se dirigía al bosque, llevaba consigo una pequeña caja de madera, pero no lo vi regresar, -Yo no tengo hijos señor, -vaya que extraño espero que no haya robado esa caja de aquí.
Los días continuaron y durante la semana entre los trabajadores era común hablar de que habían visto a algún niño y niños merodeando por la zona pero ni Amalia o Guillermo no le dieron importancia al tema.
Por fin el día de la gran inauguración del hotel, invitaron a un gran banquete a empresarios y gobernador del estado la cena fue un éxito, todos estaban encantados con el hotel, su área de restauran y los platillos que ahí se servían pero más aun por sus vinos todos decían que era algo único y pedían que se les vendieran botellas, pero se les dijo que estos solo son exclusivos de hotel y que eran bienvenidos a pasar a degustarlos cuando quisieran. A partir de ahí el hotel siempre estaba lleno aun que muchos solo visitaban el restauran para poder degustar sus vinos y licores, transcurrió así un par de meses, uno de los meseros reporto a Guillermo que una de las barricas se había terminado, al final del día fueron sacar la barrica para llevarla a guardar en un almacén para después solicitar a algún viñedo que la llenara nueva mente, pero la barrica estaba realmente pesada como si no estuviera vacía, así que metieron una delgada vara de madera por el orificio de la barrica y notaron que esta no llegaba hasta el fondo, Guillermo le llamo a Amalia para indicarle que abrirían por completo la barrica ya que esta contenía algo, Amalia pensó que por la época de la que databan estos barriles podía contener oro a algo importante escondido dentro, ordenaron a uno de los meseros romper la tapa del barril ya que por más que intentaron no lograron retirarla de la forma correcta, el mesero tomo un hacha y golpeo la tapa hasta que logro romperla por completo, se asomaron y vieron un pequeño bulto era como un costal de tela negra estaba amarrado, abrieron el costal lentamente, al ver lo que había dentro quedaron consternados, horrorizados, era un pequeño niño descarnado su piel ya era extraña pero no olía a descomposición quizá por la fermentación, abrieron un segundo barril y de igual forma encontraron el cadáver de otro pequeño niño, el mesero recordó las historias que les contaba la abuela, les conto que durante la época de la revolución desaparecieron muchos niños de la zona pero muchos pensaron que era porque los revolucionaros se los habían llevado para pera hacer frente en su lucha por la patria. Recordaron que todos habían bebido de esas barricas, una lagrima rodo por la mejilla de Amalia un sutil sollozo, una pequeña y dulce voz dijo es hora de volver a jugar, ser libres en el campo y jugar. Amalia rompió en llanto y pequeñas risas se comenzaron a escuchar, Guillermo y el mesero escuchaban y trataban de buscar el origen de las risas pero no había nada físico que pudieran ver, una hoja de papel voló por la cava y cayó a los pies de Amalia en ella tenía escrito el nombre José Martínez; Mama y papa les mando esta foto para que vean que estamos bien, aquí nos cuidan nos dan mucho cereal y frutas, los amo no se preocupen, le dio vuelta y era una foto de un niño rubio y sonriente. Escucho una voz en su oído, “gracias”, al día siguiente dieron parte a las autoridades 79 niños muertos, 79 niños reportados como desaparecidos y que jamás volvieron a sus casas, de esto no se volvió a hablar y paso solo a ser un cuento una leyenda pero si preguntan en la haciendo solo dirán que fue una historia que escribió un cliente molesto…
Por: Cesar G. Jimenez