Mariana,
caminaba por el bazar del barrio antiguo en monterrey, con esas fabulosas casas
antiguas coloridas y sus calles empedradas. Aun que ya no están habitadas
muchas de ellas, el lugar tiene vida de noche y de día. Era un día cálido para
andar entre los puestos había muchas cosas antiguas e interesantes y otras que
solo eran baratijas, entre tantos puesto vio uno que llamo su atención por
tener una gran cantidad de muñecas, todas en muy buen estado, levanto varias
que le gustaron, era tan hipnótico ver tantas muñecas que en un descuido tiro
unas cajas de madera ella intento levantarlas rápidamente, pero algo que vio
entre ellas la dejo paralizada, eran una caja grande de latón muy en mohecida y
corroída, con una puerta de cristal al frente, dentro de la caja había una
muñeca hermosa de cabello rubio y vestido rojo, tenía un sorprendente detalle,
sus uñas era de cristal rojo, Mariana tomo la caja completamente decida a comprarla,
al preguntar el precio, el anciano que las vendía le dijo que no estaba en
venta, -Le ofrezco el doble de lo que cueste su muñeca más costosa, -No, niña
esa muñeca no se vende, viaja con nosotros desde la muerte de mi hija hace
muchos años ella fue asesinada por un grupo de personas adoradoras del diablo,
cuando encontramos su cuerpo ella tenía en sus brazos esa muñeca, Por lo que de
alguna forma la adoptamos ante el dolor de nuestra perdida, pero comenzaron a
ocurrir cosas extrañas en la casa, el día que nuestra sirvienta amaneció
muerta, mi esposa la intento vender 2 veces, después de la segunda ocasión que
la vendió, la encontré muerta, ella tenía esa muñeca entre sus manos, ese día
tome esa muñeca, se la lleve a un amigo que conoce de demonología para que la
revisaran, en primera instancia me dijo que en ella habitaba el espíritu de mi
hija pero su alma había sido corrompida por una legión de demonios que
habitaban en la misma muñeca, ellos fueron los que causaron la muertes de la
personas por lo que se realizo un ritual para contener esa maldición dentro de
esa caja, por lo que no debe abrirla, -Yo no creo en esas cosas. Yo creo que
usted solo me quiere asustar, El anciano se quedo sin expresión no dijo nada
por un largo rato parecía un muñeco sin expresión de vida, -Jajaja claro
Mariana es una broma como podría haber pasado ese tipo de cosas es solo una
muñeca antigua, está bien te la voy a regalar me has caído muy bien, -En serio
mil gracias!, esta bromeando de nuevo verdad?, -No claro que no, tú la cuidaras
mejor que yo, ve nada mas su caja, -Si claro la cuidare muy bien. Mariana tomo
la caja dio las gracias y se marcho cuando avanzo algunos pasos, escucho las
voz afligida de viejo gritar, nunca borre los símbolos!, Mariana continuo su
paso sin prestar mucha atención ya que no sanaba nada coherente lo que le
grito, se apresuro a tomar un taxi antes que el viejo loco se arrepintiera, llegando
a casa ya con más calma admiro a la muñeca cada detalle era perfecta su
vestido, su rostro, sus uñas eran hermosas, intento abrir la caja pero esta
tenia cerradura que no pudo abrirla.
Pensó en
llevarla con un cerrajero, pero antes tendría que limpiar bien esa caja, saco
algunos productos de limpieza, el producto que usaba para darle brillo a sus
accesorios de plata, comenzó a limpiar, al quitar el polvo y algunas manchas de
mugre vio como algún tipo de escritura que no entendía, pero termino por creer
que era oxido, por el color, como el oxido rojizo-café, puso más abrillantador
y continuo limpiando, después de un par de horas la caja brillaba se veía
perfecta, esa noche feliz por su nueva muñeca se fue a dormir pensando que al
día siguiente la abriría el cerrajero.
Por la
mañana se levanto con una gran sonrisa, corrió a darse una ducha, desayunar, se
vistió, fue hacia la sala la caja estaba sobre la mesa la tomo, al dar la
vuelta sintió que algo golpeo sobre sus pies y rodo bajo la mesa, puso la caja
sobre la mesa, se puso de rodillas para ver por debajo de mesa de centro de la
sala, su fue agachando lentamente, escucho un pequeño rechinido que provenía de
la mesa, giro la mirada, su mirada cambio se quedo paralizada, la puerta de la
caja estaba abierta y la muñeca no estaba en ella, rápidamente se asomo bajo la
mesa y ahí estaba tendida sobre el tapete inerte, Mariana la tomo, en su rostro
se dibujo una sonrisa, “que hermosa muñeca, seguro la puerta de la caja estaba
atorada con tanta suciedad y el oxido” noto que el vestido era muy áspero algo
duro al tacto. El celular de Mariana
comenzó a sonar, -Hola!, -Hola, Mariana ya llegamos!, -Quienes?, -Soy Hugo!, -Hugo
que gusto oírte!,-Pásame tu ubicación por Whatsapp para pedir el UBER, -Claro
te la envió en un momento, -Ok en un rato más nos vemos.
Mariana
volvió a ver su muñeca, la coloco en un mueble donde tenía más muñecas, al
colocarla vio que en el vestido rojo de la muñeca había como una mancha azul,
pero al observar más de cerca noto que el vestido era azul pero lo habían
teñido de rojo pintura de mala calidad pensó, por la textura, dejo la muñeca,
al dar la espalda escucho una risita y una vos que decía” Es tiempo de jugar”,
volteo a ver, pero noto que la ventana que estaba aun lado del mueble estaba
abierta, así que no le dio importancia ya que el sonido venía de afuera pensó,
era lógico.
Se preparo,
para recibir a sus amigos, quienes no tardaron mucho en llegar. El timbre de la
entrada sonó, Mariana, Abrió la puerta Hugo, Mario, Diego y Daniela estaban al
otro lado sonrientes, -Pasen como les fue de viaje, -Muy bien todo perfecto,
traemos cervezas para festejar, -Perfecto, Tomen asiento ya les tengo sus habitaciones
listas. Todos se sentaron, ese momento un grito alerto a todos, era Daniela,
que se había levantado de golpe y gritando, en el sillón estaba la muñeca, -Lo
siento espero no haberla roto, pero si me dolió, al darse vuela notaron que tenía
una mancha de sangre en la pierna. Mariana se levanto rápidamente, levanto la
muñeca, observo que estuviera bien, noto que en una de sus uñas había sangre,
miro al mueble extrañada, volvió a colocarla ahí, -Cálmate Mariana, te
preocupaste mas por tu muñeca que por mí, que mala eres eh. Una risita se
escucho mientras platicaban, interrumpiendo la charla, Mariana se levanto y
cerro la venta, todos se sonrieron y continuaron platicando.
Tomaron cervezas,
la noche inicio, todos estaban muy alegres, en un instante todo quedo en
oscuridad, todos tomaron sus móviles, con las pantalla iluminaron aun que Hugo,
Diego y Mario indicaron que ya no tenían Batería, las usaron hasta que se apago
el móvil, la luz era muy tenue, Tengo 2 cajas grandes de veladoras en la cocina,
las voy a donar a la iglesia pero creo que tendremos que tomar algunas, tomaron
las veladoras y pusieron algunas para iluminar bien la casa, Daniela y Mariana también
se quedaron sin batería. Continuaron platicando, a las 12AM comenzaron a
escuchar risitas, una voz infantil les dijo vamos a cantar esta vez sí notaron
que venía de la muñeca en el mueble asustados corrieron despavoridos a por la
casa, Mariana trato de salir pero la puerta estaba bajo llave y no encontró sus
llaves, los demás corrieron a diferentes habitaciones, todo quedo en silencio,
la muñeca canto esta noche morirán. Mariana temblaba de miedo y recordaba la
historia que le conto el viejo que le dio la muñeca, fue en busca de Hugo sin
hacer mucho ruido, Se escucho un grito “Te encontré”, Seguido de gritos de
dolor, Mariana siguió hasta la recamara ya que de ahí provenían los gritos de
Hugo, la puesta estaba atascada no podía entrar, por fin Hugo dejo de gritar,
unos minutos después mariana pudo abrir la puerta, El estaba sobre la cama, lo
ilumino con su veladora, su camisa tenia
pintura azul, de los hombros al cuello estaba completamente mancha de sangre,
al ver más de cerca se podía apreciar que tenia bordada la camisa a la piel,
muchas figuras unidas entre sí bordadas con estambre que ahora estaba teñido de
sangre, en la nariz se veía algo brillante metálico, Mariana con su mano
temblorosa y sollozando lo jalo lentamente, el cuerpo convulsiono
grotescamente, haciendo que Mariana gritara fuertemente, de pronto el cuerpo
quedo inerte nuevamente en su nariz el objeto había salido algunos centímetros,
le habían introducido agujas de tejer por su nariz. Se escucho a la muñeca reír
y cantar “Tengo una muñeca, vestida de azul, con su camisita y su canesú, la
saque a paseo, se me constipo, la tengo en la cama, con mucho dolor.
Mariana cayó
de rodillas al pie de la cama, llorando, temblando de miedo no podía creer lo
que estaba pasando, es una pesadilla pensó, pronto despertare.
Otro grito se
escucho esta vez provenía de la segunda planta, era Diego suplicando, después palabras
balbuceantes sin sentido y nuevamente silencio, Mariana se levanto, fue a la
segunda planta lentamente observando a todos lados no quería toparse con la
muñeca, en la puerta del baño estaba escrito con sangre “Es divertido jugar”,
Mariana se dirigió al baño abrió la puerta lentamente vio el cuerpo de Diego sentado
sobre el escusado, tenía sangre por todos lados pero en su piel muchos pequeños
agujeros incluso en el rostro, cuello y brazos, su boca parecía deshacerse,
tenía una mezcla de sangre, espuma blanca y amarillenta, ante su mirada atónita
el cuerpo pareció moverse pero solo cayó al piso, detrás de la nuca tenía
clavado un tenedor sobre el piso ya vacía una botella de destapa caños, sus
manos no tenían uñas parecía que la hubieran arrancado, La muñeca volvió a
cantar felizmente “Esta mañanita me dijo el doctor que le de jarabe con un
tenedor. Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho y ocho dieciséis. Y ocho, veinticuatro y ocho,
treinta y dos…
Mariana
estaba destrozada, no puede ser verdad se decía, esto es un mal sueño callo
sentada sobre el piso, su lagrimas humedecían sus mejillas, una de ellas cayó
sobre su veladora apagándola, El miedo de Mariana aumento estaba temblorosa,
saco las cerillas que tenía en su pantalón, la encendió y grito como si fuera su último aliento una mano
le tapo la boca, cállate, soy Daniela, esa muñeca bajo las escaleras, Se
tranquilizo un poco de encontrar a alguien con vida, encendió la veladora, -Que
hacemos Daniela esto no puede ser verdad, -yo pensaba lo mismo pero creo que
esto están real como tú o yo, hay que salir de tu casa a pedir ayuda, mi móvil no
tiene nada de batería, -no encuentro las llaves, -hay que buscarlas entonces,
-deben estar abajo, -pero también ese demonio esta abajo, tendremos que
arriesgarnos o moriremos de cualquier manera. Apagaron la veladora y caminara
con cuidado por el pasillo hasta las escaleras, bajaron lentamente, todo era
silencio total, llegaron hasta la sala, sin señal de la muñeca, buscaron sin
hacer ruido a tientas sobre la mesa de centro, una luz muy intensa llamo su atención
esta provenía de la cocina, de la cocina salía un gran resplandor de luz pero
parecía venir del suelo, luces que bailaban suavemente en la oscuridad , camino
entre la penumbra lentamente temblando de miedo, Daniela le tomo del hombro y
le siguió, el ambiente era frio y oscuro, pequeñas risas y tarareos se
escuchaban a lo lejos de distintos lugares de la casa, al llegar a la cocina, El
cuerpo de Mario estaba arrodillado de espaldas con las manos como si
rezara, tenía una cubeta azul sobre su
cabeza cubriéndole hasta la frente como un sobrero, sobre la misma una veladora
encendida, sus pies había sido despellejados hasta verse lo blanco de sus
huesos , lo rodeaban muchas velas, su ropa estaba totalmente mojada, parecía
temblar de frio, Mariana dio lentamente una paso hacia la cocina, el gimió,
Mariana se apresuro a entrar, al dar su segundo paso escucho un alarido de
dolor, en un segundo sobre el cayo un liquido del techo encendiéndolo en
llamas, su grito parecía venir de un alma torturada en el infierno, Mariana y
Daniela salieron corriendo de la cocina, la muñeca volvió a cantar, ”Animas
benditas, me arrodillo yo. Tengo una muñeca vestida de azul, zapatitos blancos
y gorro de tul…”
Mariana y
Daniela corrieron hasta un armario, se encerraron, se abrazaron y trataron de no hacer más ruido, la muñeca
inicio a cantar, “La lleve a pasear se me constipo, la tengo en la cama con un
gran dolor. Dos más dos son cuatro, cuatro
y dos son seis. Seis y dos son ocho y ocho dieciséis y ocho veinticuatro y ocho
treinta y dos, estas son las cuentas que he sacado yo y esta noche morirán los
dos...”, Mariana temblando de miedo tomo
las cerillas, encendió una que ilumino todo el armario, Mariana y Daniela se
abrazaron al ver el terrorífico rostro de la muñeca, rodeadas de una legión de rostros
demoniacos, un alarido de dolor al unisonó estremeció la casa.
Una semana después
la policía Forzaba la puerta de la entrada, encontraron el cuerpo de Mariana y
Daniela sin marcas de violencia pero estaban secos como momificados con un expresión
de terror en sus rostros, los cuerpos estaban abrazados y en medio de ellas la
muñeca demacrada y con su vestido blanco como si también estuviera muerta…
Por: Cesar G. Jimenez
Por: Cesar G. Jimenez
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