viernes, 30 de diciembre de 2016

La muñeca

Horror historia: La muñeca.

Mariana, caminaba por el bazar del barrio antiguo en monterrey, con esas fabulosas casas antiguas coloridas y sus calles empedradas. Aun que ya no están habitadas muchas de ellas, el lugar tiene vida de noche y de día. Era un día cálido para andar entre los puestos había muchas cosas antiguas e interesantes y otras que solo eran baratijas, entre tantos puesto vio uno que llamo su atención por tener una gran cantidad de muñecas, todas en muy buen estado, levanto varias que le gustaron, era tan hipnótico ver tantas muñecas que en un descuido tiro unas cajas de madera ella intento levantarlas rápidamente, pero algo que vio entre ellas la dejo paralizada, eran una caja grande de latón muy en mohecida y corroída, con una puerta de cristal al frente, dentro de la caja había una muñeca hermosa de cabello rubio y vestido rojo, tenía un sorprendente detalle, sus uñas era de cristal rojo, Mariana tomo la caja completamente decida a comprarla, al preguntar el precio, el anciano que las vendía le dijo que no estaba en venta, -Le ofrezco el doble de lo que cueste su muñeca más costosa, -No, niña esa muñeca no se vende, viaja con nosotros desde la muerte de mi hija hace muchos años ella fue asesinada por un grupo de personas adoradoras del diablo, cuando encontramos su cuerpo ella tenía en sus brazos esa muñeca, Por lo que de alguna forma la adoptamos ante el dolor de nuestra perdida, pero comenzaron a ocurrir cosas extrañas en la casa, el día que nuestra sirvienta amaneció muerta, mi esposa la intento vender 2 veces, después de la segunda ocasión que la vendió, la encontré muerta, ella tenía esa muñeca entre sus manos, ese día tome esa muñeca, se la lleve a un amigo que conoce de demonología para que la revisaran, en primera instancia me dijo que en ella habitaba el espíritu de mi hija pero su alma había sido corrompida por una legión de demonios que habitaban en la misma muñeca, ellos fueron los que causaron la muertes de la personas por lo que se realizo un ritual para contener esa maldición dentro de esa caja, por lo que no debe abrirla, -Yo no creo en esas cosas. Yo creo que usted solo me quiere asustar, El anciano se quedo sin expresión no dijo nada por un largo rato parecía un muñeco sin expresión de vida, -Jajaja claro Mariana es una broma como podría haber pasado ese tipo de cosas es solo una muñeca antigua, está bien te la voy a regalar me has caído muy bien, -En serio mil gracias!, esta bromeando de nuevo verdad?, -No claro que no, tú la cuidaras mejor que yo, ve nada mas su caja, -Si claro la cuidare muy bien. Mariana tomo la caja dio las gracias y se marcho cuando avanzo algunos pasos, escucho las voz afligida de viejo gritar, nunca borre los símbolos!, Mariana continuo su paso sin prestar mucha atención ya que no sanaba nada coherente lo que le grito, se apresuro a tomar un taxi antes que el viejo loco se arrepintiera, llegando a casa ya con más calma admiro a la muñeca cada detalle era perfecta su vestido, su rostro, sus uñas eran hermosas, intento abrir la caja pero esta tenia cerradura que no pudo abrirla.

Pensó en llevarla con un cerrajero, pero antes tendría que limpiar bien esa caja, saco algunos productos de limpieza, el producto que usaba para darle brillo a sus accesorios de plata, comenzó a limpiar, al quitar el polvo y algunas manchas de mugre vio como algún tipo de escritura que no entendía, pero termino por creer que era oxido, por el color, como el oxido rojizo-café, puso más abrillantador y continuo limpiando, después de un par de horas la caja brillaba se veía perfecta, esa noche feliz por su nueva muñeca se fue a dormir pensando que al día siguiente la abriría el cerrajero.
Por la mañana se levanto con una gran sonrisa, corrió a darse una ducha, desayunar, se vistió, fue hacia la sala la caja estaba sobre la mesa la tomo, al dar la vuelta sintió que algo golpeo sobre sus pies y rodo bajo la mesa, puso la caja sobre la mesa, se puso de rodillas para ver por debajo de mesa de centro de la sala, su fue agachando lentamente, escucho un pequeño rechinido que provenía de la mesa, giro la mirada, su mirada cambio se quedo paralizada, la puerta de la caja estaba abierta y la muñeca no estaba en ella, rápidamente se asomo bajo la mesa y ahí estaba tendida sobre el tapete inerte, Mariana la tomo, en su rostro se dibujo una sonrisa, “que hermosa muñeca, seguro la puerta de la caja estaba atorada con tanta suciedad y el oxido” noto que el vestido era muy áspero algo duro al tacto.  El celular de Mariana comenzó a sonar, -Hola!, -Hola, Mariana ya llegamos!, -Quienes?, -Soy Hugo!, -Hugo que gusto oírte!,-Pásame tu ubicación por Whatsapp para pedir el UBER, -Claro te la envió en un momento, -Ok en un rato más nos vemos.    

Mariana volvió a ver su muñeca, la coloco en un mueble donde tenía más muñecas, al colocarla vio que en el vestido rojo de la muñeca había como una mancha azul, pero al observar más de cerca noto que el vestido era azul pero lo habían teñido de rojo pintura de mala calidad pensó, por la textura, dejo la muñeca, al dar la espalda escucho una risita y una vos que decía” Es tiempo de jugar”, volteo a ver, pero noto que la ventana que estaba aun lado del mueble estaba abierta, así que no le dio importancia ya que el sonido venía de afuera pensó, era lógico.

Se preparo, para recibir a sus amigos, quienes no tardaron mucho en llegar. El timbre de la entrada sonó, Mariana, Abrió la puerta Hugo, Mario, Diego y Daniela estaban al otro lado sonrientes, -Pasen como les fue de viaje, -Muy bien todo perfecto, traemos cervezas para festejar, -Perfecto, Tomen asiento ya les tengo sus habitaciones listas. Todos se sentaron, ese momento un grito alerto a todos, era Daniela, que se había levantado de golpe y gritando, en el sillón estaba la muñeca, -Lo siento espero no haberla roto, pero si me dolió, al darse vuela notaron que tenía una mancha de sangre en la pierna. Mariana se levanto rápidamente, levanto la muñeca, observo que estuviera bien, noto que en una de sus uñas había sangre, miro al mueble extrañada, volvió a colocarla ahí, -Cálmate Mariana, te preocupaste mas por tu muñeca que por mí, que mala eres eh. Una risita se escucho mientras platicaban, interrumpiendo la charla, Mariana se levanto y cerro la venta, todos se sonrieron y continuaron platicando.

Tomaron cervezas, la noche inicio, todos estaban muy alegres, en un instante todo quedo en oscuridad, todos tomaron sus móviles, con las pantalla iluminaron aun que Hugo, Diego y Mario indicaron que ya no tenían Batería, las usaron hasta que se apago el móvil, la luz era muy tenue, Tengo 2 cajas grandes de veladoras en la cocina, las voy a donar a la iglesia pero creo que tendremos que tomar algunas, tomaron las veladoras y pusieron algunas para iluminar bien la casa, Daniela y Mariana también se quedaron sin batería. Continuaron platicando, a las 12AM comenzaron a escuchar risitas, una voz infantil les dijo vamos a cantar esta vez sí notaron que venía de la muñeca en el mueble asustados corrieron despavoridos a por la casa, Mariana trato de salir pero la puerta estaba bajo llave y no encontró sus llaves, los demás corrieron a diferentes habitaciones, todo quedo en silencio, la muñeca canto esta noche morirán. Mariana temblaba de miedo y recordaba la historia que le conto el viejo que le dio la muñeca, fue en busca de Hugo sin hacer mucho ruido, Se escucho un grito “Te encontré”, Seguido de gritos de dolor, Mariana siguió hasta la recamara ya que de ahí provenían los gritos de Hugo, la puesta estaba atascada no podía entrar, por fin Hugo dejo de gritar, unos minutos después mariana pudo abrir la puerta, El estaba sobre la cama, lo ilumino con su veladora,  su camisa tenia pintura azul, de los hombros al cuello estaba completamente mancha de sangre, al ver más de cerca se podía apreciar que tenia bordada la camisa a la piel, muchas figuras unidas entre sí bordadas con estambre que ahora estaba teñido de sangre, en la nariz se veía algo brillante metálico, Mariana con su mano temblorosa y sollozando lo jalo lentamente, el cuerpo convulsiono grotescamente, haciendo que Mariana gritara fuertemente, de pronto el cuerpo quedo inerte nuevamente en su nariz el objeto había salido algunos centímetros, le habían introducido agujas de tejer por su nariz. Se escucho a la muñeca reír y cantar “Tengo una muñeca, vestida de azul, con su camisita y su canesú, la saque a paseo, se me constipo, la tengo en la cama, con mucho dolor.
Mariana cayó de rodillas al pie de la cama, llorando, temblando de miedo no podía creer lo que estaba pasando, es una pesadilla pensó, pronto despertare. 

Otro grito se escucho esta vez provenía de la segunda planta, era Diego suplicando, después palabras balbuceantes sin sentido y nuevamente silencio, Mariana se levanto, fue a la segunda planta lentamente observando a todos lados no quería toparse con la muñeca, en la puerta del baño estaba escrito con sangre “Es divertido jugar”, Mariana se dirigió al baño abrió la puerta lentamente vio el cuerpo de Diego sentado sobre el escusado, tenía sangre por todos lados pero en su piel muchos pequeños agujeros incluso en el rostro, cuello y brazos, su boca parecía deshacerse, tenía una mezcla de sangre, espuma blanca y amarillenta, ante su mirada atónita el cuerpo pareció moverse pero solo cayó al piso, detrás de la nuca tenía clavado un tenedor sobre el piso ya vacía una botella de destapa caños, sus manos no tenían uñas parecía que la hubieran arrancado, La muñeca volvió a cantar felizmente “Esta mañanita me dijo el doctor que le de jarabe con un tenedor. Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho  y ocho dieciséis. Y ocho, veinticuatro y ocho, treinta y dos…

Mariana estaba destrozada, no puede ser verdad se decía, esto es un mal sueño callo sentada sobre el piso, su lagrimas humedecían sus mejillas, una de ellas cayó sobre su veladora apagándola, El miedo de Mariana aumento estaba temblorosa, saco las cerillas que tenía en su pantalón, la encendió y  grito como si fuera su último aliento una mano le tapo la boca, cállate, soy Daniela, esa muñeca bajo las escaleras, Se tranquilizo un poco de encontrar a alguien con vida, encendió la veladora, -Que hacemos Daniela esto no puede ser verdad, -yo pensaba lo mismo pero creo que esto están real como tú o yo, hay que salir de tu casa a pedir ayuda, mi móvil no tiene nada de batería, -no encuentro las llaves, -hay que buscarlas entonces, -deben estar abajo, -pero también ese demonio esta abajo, tendremos que arriesgarnos o moriremos de cualquier manera. Apagaron la veladora y caminara con cuidado por el pasillo hasta las escaleras, bajaron lentamente, todo era silencio total, llegaron hasta la sala, sin señal de la muñeca, buscaron sin hacer ruido a tientas sobre la mesa de centro, una luz muy intensa llamo su atención esta provenía de la cocina, de la cocina salía un gran resplandor de luz pero parecía venir del suelo, luces que bailaban suavemente en la oscuridad , camino entre la penumbra lentamente temblando de miedo, Daniela le tomo del hombro y le siguió, el ambiente era frio y oscuro, pequeñas risas y tarareos se escuchaban a lo lejos de distintos lugares de la casa, al llegar a la cocina, El cuerpo de Mario estaba arrodillado de espaldas con las manos como si rezara,  tenía una cubeta azul sobre su cabeza cubriéndole hasta la frente como un sobrero, sobre la misma una veladora encendida, sus pies había sido despellejados hasta verse lo blanco de sus huesos , lo rodeaban muchas velas, su ropa estaba totalmente mojada, parecía temblar de frio, Mariana dio lentamente una paso hacia la cocina, el gimió, Mariana se apresuro a entrar, al dar su segundo paso escucho un alarido de dolor, en un segundo sobre el cayo un liquido del techo encendiéndolo en llamas, su grito parecía venir de un alma torturada en el infierno, Mariana y Daniela salieron corriendo de la cocina, la muñeca volvió a cantar, ”Animas benditas, me arrodillo yo. Tengo una muñeca vestida de azul, zapatitos blancos y gorro de tul…”

Mariana y Daniela corrieron hasta un armario, se encerraron, se abrazaron  y trataron de no hacer más ruido, la muñeca inicio a cantar, “La lleve a pasear se me constipo, la tengo en la cama con un gran dolor.  Dos más dos son cuatro, cuatro y dos son seis. Seis y dos son ocho y ocho dieciséis y ocho veinticuatro y ocho treinta y dos, estas son las cuentas que he sacado yo y esta noche morirán los dos...”, Mariana  temblando de miedo tomo las cerillas, encendió una que ilumino todo el armario, Mariana y Daniela se abrazaron al ver el terrorífico rostro de la muñeca, rodeadas de una legión de rostros demoniacos, un alarido de dolor al unisonó estremeció la casa.

Una semana después la policía Forzaba la puerta de la entrada, encontraron el cuerpo de Mariana y Daniela sin marcas de violencia pero estaban secos como momificados con un expresión de terror en sus rostros, los cuerpos estaban abrazados y en medio de ellas la muñeca demacrada y con su vestido blanco como si también estuviera muerta…  

Por: Cesar G. Jimenez

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