Horror
leyenda: Toire no Hanako-san (Japon).
Otra tarde
lluviosa para Hanako, ella lloraba en el baño en silencio para no llamar la
atención, en su mente la imagen de su padre ebrio y violento rondaba como la repetición
de los truenos en la tormenta de imágenes de cada golpe e insulto que le dio a
su madre ella con dolor cada día lo odia mas, al calmarse la lluvia salió del
último cubículo al fondo donde nadie entraba por estar oscuro ya que la lámpara
de esa área titilaba o se apagaba por completo dejando esa zona en la penumbra,
camino hacia la entrada en la puerta encontró pegada una foto de ella llorando
y con varios mensajes de burla hacia ella haciéndola pensar en que ya no había
nada en este mundo que la hiciera feliz, una lagrimas rodo por su mejilla y
salió del baño camino hacia el patio, camino por el área boscosa hacia su casa al
acercarse por el patio trasero, observo a su padre cavando un hoyo en el jardín
trasero, vio que arrojaba bolsas negras hacia aquel hueco en la tierra, al
llegar a la cerca de la casa en padre levanto una bolsa esta se rompió y rodo
la cabeza de su madre por entre la tierra y el césped, el padre simplemente la
patio hacia el hoyo, Hanako grito! -No!, -Ahí estas pequeña bastarda, ven aquí con tu padre, te llevare
con tu madre. Hanako salió corriendo de vuelta hacia la escuela, el padre de Hanako
tomo un hacha y la siguió, Hanako entro al baño
y se escondió en tercer cubículo al final del baño en la oscuridad que
siempre le confortaba, la tormenta inicio nuevamente y se escuchaba al padre de
Hanako gritarle, -sal pequeña papa te quiere abrazar!, vamos deja de jugar te
va a gustar!, vamos maldita no lo hagas mas difícil tu madre te espera!. Después
de buscar decidió entrar al baño, dejo el hacha sobre el suelo del baño que se
estaba llenando de agua debido a la fuerte tormenta, camino hacia adentro del
baño se escuchaban los pasos lentos golpeando en el agua, Hanako en silencio y aterrorizada observaba las
ondas de agua que llegaban hasta ella desde las pisadas de su padre, El saco un
cuchillo grande de entre sus ropas y comenzó a cantar una canción a su hija,
continuo caminando lentamente y cantando, Pinta tus uñas con las flores, De
balsamina, Pinta tu espíritu con las palabras, De los consejos de tu padre, Numerables
son las estrellas en el cielo, Brillando a medianoche, pero esta noche te dormiré,
sal de ahí pequeña bastarda!, se paro frente al primer cubículo del baño, apretó
el cuchillo en su mano, golpeo fuertemente la puerta con su cabeza vio que no había
nadie adentro, se paro frente al segundo cubículo, lo empujo lentamente con su
mano, no había nadie, camino lentamente el tercer cubículo estaba abierto así
que camino hasta el cuarto y último cubículo, la lámpara titilaba, se paro
frente a la puerta, sonrió y canto nuevamente , “De los consejos de tu padre…”.
Hanako vio el instante en que los pies de su padre estaban frente a la puerta,
escucho tres golpecitos y una risita, la puerta comenzó a abrirse lentamente,
todo se volvió silencio la lluvia aun caía con fuerza afuera, un trueno rompió aquel
aterrador silencio, la lámpara se apago de pronto dejando en penumbra aquel cubículo,
la puerta continuo abriéndose lentamente Hanako cerró sus ojos, es cuchaba como
las bisagras oxidas de la puerta rechinaban poco a poco como una tonada de
muerte que anunciaba el final, la puerta golpeo la pared, Hanako abrió los ojos
frente a ella no había nadie, escucho que su padre con una voz infantil decía “Donde
esta papa?”, Hanako temblaba de terror,
vio la imagen de su padre saltando frente ella con tanta fuerza que salpico el
agua del piso por todos lados con una sonrisa espantosa la miro y le dijo “aquí
ta”, Hanako se empujo hacia la pared deseando poder atravesarla, aun que no fue
así, un punzante dolor atravesó su pecho, sintió que la fuerza le abandonaba,
sus rodillas temblaban, cayó al suelo lentamente, su mirada helada se perdía en
la oscuridad, su rostro se deslizo entre el agua sucia que inundaba el piso del
baño, sus últimas lagrimas de inocencia se mezclaron en la oscuridad del agua,
vio caminar a su padre hacia la entrada, tomar un hacha del suelo, su cuerpo ya
no podía moverse ya no sentía fuerza, su rostro de lado con la mirada hacia la
salida del baño, los dedos de su mano frente a ella hacían pequeños movimientos
pero ella no tenia control, vio a su padre acercarse, escucho que se paro
frente a ella pero no logro voltearlo a ver, escucho un fuerte golpe, un
punzante dolor la invadió pero ya no podía gritar solo sintió que su cuerpo
temblaba salpicaduras de sangre por
todos lados los golpes continuar, frente a ella vio pasar el filo de hacha cortando
su brazo, el dolor no se comparaba con el dolor que sentía en su corazón, pensó
que solo era una pesadilla, pero el dolor punzante que sentía le recordaban que
no era así, aun que no duro mucho, todo
se volvió silencio y oscuridad, se sentía ligera, sin miedo, sintió calidez, recordó
cuando nació, lo feliz que era, lo mucho que amaba a sus padres lo mucho que
rieron los primeros años, pero las cosas empezaron a cambiar el descubrió que Hanako
no era su hija, no las abandono pero se encargo de hacerlas tan infelices como él
pensó que lo hicieron a engañarlo, Hanako se lo había confesado en una discusión
para hacerlo sentir mal, ella se sintió culpable ya que si no lo hubiera dicho
aun estaría viva su madre y quizá seguirían siendo tan felices como los
primeros años de su vida, ahora ya es tarde, un espíritu se le hizo presente no
tenia forma humana aun que no tenia rostro su cara era lisa son formas o
cuentas de ojos, en una mano tenía una vela encendida y en la otra un corazón con
sangre, a pesar de que aquella entidad no tenia boca, ella escucho que le dijo,
–ya es tarde, debes elegir, si tomas la vela perdonaras todo el daño que te han
hecho y te llevare el por sendero del juicio, si tomas el corazón tomaras la
vida de quien te mato pero no podrás trascender de este plano y cargaras con
toda su furia y odio por la eternidad, –y que pasara con él con su espíritu?.
No hubo respuesta, solo el silencio y el pensamiento de Hanako, pero en su corazón
aun había odio que la devoraba, tomo el corazón y el espíritu se desvaneció. El
padre de Hanako, acomodo los pedazos del cuerpo en el rincón del baño y los
tapo con la falda roja de Hanako, salió del cuarto cubículo, tomo el cuchillo y
se dirigió hacia afuera antes de cruzar la puerta su mano derecha levanto el
cuchillo en un solo movimiento se corto la garganta de lado a lado, cayó al
piso con una mueca de terror y su cuerpo fue arrastrado hacia el interior del
cuarto cubículo del baño, risas y llantos se escucharon para después convertirse
en silencio.
Al día siguiente
entro el conserje a limpiar el baño abrió la puerta, “-Maldición pero que rayos
paso aquí”, la lámpara al final del baño se había caído, rompiendo un espejo y
un lavamanos, comino hacia la lámpara, y miro extrañado fuera del desastre de
la lámpara el baño se veía limpio mejor que cuando el mismo lo limpia, así que
se dio la vuelta y fue a reportar el incidente antes de salir escucho una
risita que provenía de adentro del baño, volteo y se agacho para observar hacia
adentro de los cubículos pero no vio nada, cerró la puerta y se fue. Volvió mas
tarde con el director de la escuela al abrir la puerta todo estaba en orden y
limpio no había nada roto, el director se molesto con el conserje y le dio su sermón
del día, con los días todo parecía normal en la escuela, hasta el día en que
entro al baño una niña llorando se encerró en el tercer cubículo del baño, estaba
muy triste, la lámpara que estaba sobre el cuarto cubículo empezó a titilar, se
escucho una pequeña risita, la lámpara se apago, y se escucharon tres
golpecitos en la puerta del tercer cubículo la niña dejo de llorar y pregunto,
-Quien es?, - Hanako, tus lagrimas me ayudaron a salir, ahora yo te ayudare,
pero no abras la puerta no debe verme, porque lloras?, -Yumiko, me molesta
siempre dice cosas horribles de mi mama y me roba mi dinero,-Dile que mañana le
darás una bolsa con dinero en el cuarto cubículo de este baño, tanto que no te volverá
a molestar, pero que tiene que venir sola, de lo contrario tiraras el dinero
por el inodoro, -segura que ya no me molestara?, -Seguro que no jijiji, ahora
espera a que se encienda la lámpara y te vas, -Si. Al día siguiente la niña le
dejo una nota a Yumiko, “te daré mucho dinero hoy en baño a las tres, si no vas
sola lo tirare todo por el inodoro”, Ese
dia a las tres Yumiko entro al baño gritando, haber imbécil donde esta mi
dinero espero sea suficiente para por lo menos para no molestarte por una
semana, al fondo escucho una ricita, la lámpara comenzó a titilar, Yumiko se agacho
y vio una pies en el ultimo cubículo, asi que fue hacia allá al estar frente a
la puerta del cuarto cubículo, pateo la puerta con fuerza, en ese momento se
apago la lámpara dejando esa área en penumbra, Yumiko dio un paso más y de las sombras
vio salir aun una niña pálida y ensangrentada con una sonrisa diabólica, Yumico
cayo al piso temblando de miedo, -Soy Hanako, aquí está tu dinero puedes
tomarlo o puedes salir, pero si sales no volverás a molestar a nadie o te
buscare y te llevare a mi mundo de dolor, Yumiko salió corriendo y conto lo que
vio y el terror que sufrió, jamás volvió a molestar a nadie, desde ese dia nació
la leyenda de Toire no Hanako-san. Y hay quienes osan retarla y sufrir las
consecuencias por quererle hacer juegos tontos como
Meterse al cuarto cubículo y decir tres veces
“ichibanme hanako-san, nibanme hanako-san, sanbanme Hanako-san” (primera
Hanako, segunda Hanako, tercera Hanako). Algunos dicen haberla visto después de
esto, puedes correr el riesgo, pero recuerda siempre a solas.
Por: Cesar G. Jimenez