Horror
Leyenda: Leyenda del Cipitío
Una de las leyendas más famosas que se han conocido a lo largo de la
historia en
Centro América es la leyenda del Cipitío.
Centro América es la leyenda del Cipitío.
El Cipitío también conocido como Cipitillo, era hijo de la Sihuanaba,
que en un principio era conocida como Sihuehuet (Mujer hermosa). Cuenta la leyenda
que esta mujer traicionó de forma infiel al Dios Sol, con el Dios Lucero de la Mañana,
por lo que el dios Tlaloc condenó tanto a la madre como al hijo. A la madre la condenó
a ser una mujer errante y al niño a nunca crecer, y conservarse por siempre en la edad
de diez años.
Esta
mujer vaga errante por los ríos y se aparece a los hombre como una mujer
bonita,
pero más tarde se convierte en una mujer fea que puede hasta dejarlos
locos para siempre.
pero más tarde se convierte en una mujer fea que puede hasta dejarlos
locos para siempre.
El Cipitío fue maldecido a quedarse como un niño para siempre, aunque
pasaran
los siglos. Cuentan que hace algunos años, cuando nuestros abuelos eran jóvenes
era más común encontrar las huellas de un niño en las cenizas de la leña del horno,
cualquiera pudiera pensar que es una travesura, pero quizá no lo sea,
a el Cipitío le encanta revolcarse entre la ceniza, y comer mucho de ella.
los siglos. Cuentan que hace algunos años, cuando nuestros abuelos eran jóvenes
era más común encontrar las huellas de un niño en las cenizas de la leña del horno,
cualquiera pudiera pensar que es una travesura, pero quizá no lo sea,
a el Cipitío le encanta revolcarse entre la ceniza, y comer mucho de ella.
El Cipitío se caracteriza por ser pequeño y también barrigón, tiene un
enorme sombrero
en su cabeza y se cuenta que sus pies son al revés, por eso cuando intentan seguirlo
se pierden en sus huellas.
en su cabeza y se cuenta que sus pies son al revés, por eso cuando intentan seguirlo
se pierden en sus huellas.
El Cipitío es un personaje inofensivo, que no hace daño pero que si
molesta con sus
bromas y sus risas burlonas. Su espíritu es burlón, se esconde en los matorrales
a las orillas de los ríos y quebradas para esperar a las muchachas bonitas que llegan
a lavar o bañarse ahí. Cuando las ve, les dice unos piropos y les tira florcitas y
piedritas, pero ellas no lo pueden ver.
bromas y sus risas burlonas. Su espíritu es burlón, se esconde en los matorrales
a las orillas de los ríos y quebradas para esperar a las muchachas bonitas que llegan
a lavar o bañarse ahí. Cuando las ve, les dice unos piropos y les tira florcitas y
piedritas, pero ellas no lo pueden ver.
Cuentan que cuando el Cipitío persigue a una muchacha es difícil que se
aleje y la única forma de alejarlo es
que la muchacha coma dentro del baño sentada en el inodoro, esto es porque el
Cipitío odia los malos hábitos y por lo tanto se aleja rápidamente.
Su leyenda ha ido contando de generación en generación, y a pesar de que
a veces
se le agregan algunos detalles más, la esencia de la leyenda sigue siendo la misma.
se le agregan algunos detalles más, la esencia de la leyenda sigue siendo la misma.
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