Horror leyenda: La Planchada(Ciudad de Mexico).
Esta leyenda se popularizado por los pacientes de los
hospitales y viene desde el siglo XIX también se le conoce como “La Enfermera
Visitante”.
Se dice que en el Hospital Juárez, de la Ciudad de
México, en las noches circula por los pasillos una enfermera con vestido largo,
blanco, perfectamente almidonado, entra a los cuartos y atiende a los enfermos.
Cuando estos reciben la visita de la encargada en turno, argumentan haber sido
atendidos por una joven de buena presencia vestida con una blancura impecable,
una mujer hermosa, de pelo corto y rubio, seria, pero sobre todo, estricta, con
el uniforme almidonado y bien planchado.
Según se cuenta, tal enfermera es el fantasma de una joven llamada
Eulalia, que trató mal a los enfermos, y su espíritu vaga ahora en el viejo
inmueble, cuidando que los enfermos se encuentren bien, en castigo a la
crueldad que tuvo con ellos cuando vivía.
Quien fue la planchada?
Una de las versiones de cómo ocurrieron los hechos
narra que la enfermera de nombre Eulalia formaba parte del personal del
hospital, era entregada a su vocación, amable y querida por los pacientes. Se
enamoró de un medico recién egresado que entró también al hospital, que a
diferencia de ella era un tipo orgulloso y envanecido. En poco tiempo se
hicieron novios, aunque la relación no era equitativa: ella le entregaba todo
su amor y él era fanfarrón, coqueteaba con otras enfermeras. Pasado más de un
año, el Doctor le dijo que se casarían. Y la joven comenzó a ilusionarse con la
boda.
Cierto día el Doctor le comentó que tendría un
seminario al norte del país y tardaría al menos dos semanas, la joven le deseo
buen viaje y esperando su regreso para planear la boda empezó a extrañarlo
demasiado. Había transcurrido apenas una semana, cuando recibió la invitación de
uno de sus compañeros para asistir a una fiesta, a lo cual ella se negó
argumentando que no podía aceptar su invitación por estar comprometida con el
Doctor Joaquín su amigo un poco desconcertado le dijo: -Como van a estar
comprometidos si él se acaba de casar, está en su viaje de bodas y renuncio
porque se va de la ciudad-.
Tras esta decepción Eulalia no pudo evitar sumirse en
una profunda depresión por el engaño del que había sido víctima. Comenzó a
llegar tarde al trabajo, descuidó a algunos enfermos, algunos murieron por su
falta de interés. Pasó el tiempo, y ella cayó en cama por una enfermedad que la
llevó más tarde a la tumba, en el mismo hospital donde trabajaba.
Poco tiempo después los pacientes empezaron a reportar
ser atendidos por una joven que correspondía a la descripción de Eulalia, y las
enfermeras la llamaron “La Planchada” por la manera impecable en la que siempre
viste.
El nombre causa gracia "La planchada"
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