martes, 30 de agosto de 2016

Una tarde de Ouija.

Horror leyenda: Una tarde de Ouija.

Una tarde yo y Carla decidimos jugar con la Ouija por curiosidad. En principio lo tomamos a broma, ya que el tablero no parecía responder, después de un rato hicimos preguntas tontas y el tablero parecía responder, pero pensé que ella estaba manipulando la plancha, continuamos con preguntas hasta que ella pregunto el nombre de la entidad y contesto “Satanás”,  el ambiente se puso tenso y su sonrisa de burla se borro de su rostro en ese momento entendí que no era ella quien movía la plancha y más cuando la tabla nos dio el siguiente mensaje: "Lo que no crees existe y la sangre fluirá", Nos pusimos en pie temblorosas con miedo, solo nos mirábamos, ella tomo la tabla, la guardo en la caja, me miro,-Esto no es real, fue una broma tuya verdad?, -No, yo pensé que tú estabas bromeando conmigo, -Ok, no volveremos a jugar esta cosa, la quemare. Carla salió de la casa y todo continuo con calma durante la tarde noche vi un poco de TV olvidando el incidente con la tabla, Decidí dormir dejando la  habitación a oscuras durante la madrugada desperté sintiéndome incomoda, con miedo, la boca seca, me senté sobre la cama, calce mis pantuflas, y camine hacia la puerta sin encender la luz, baje las escaleras, sentí que la casa estaba más oscura de lo habitual, había un silencio incomodo,  llegue a la cocina para  beber agua,  ahí escuche la voz de una niña que lloraba y gritaba a lo lejos. No le dio mucha importancia,  tome un vaso de la repisa, debajo de éste encontré un papel con sangre que decía: "Te lo advertí".


Me quede paralizada por un momento, Segundos después sonó el teléfono. Era su amiga Carla, estaba muy preocupada porque su hija de 16 años no había regresado a su casa. Di un par de pasos y sentí algo tibio en la planta de mis pies y mis pantuflas se sentían viscosas, volví la mirada hacia el piso había mucha sangre; seguí el rastro hacia la cocina aun constado de la estufa donde encontré  el cadáver de Angélica la hija de Carla. Salí despavorida de la casa en busca  de Carla que vivía a un lado, al llegar la puerta estaba abierta en ella estaba escrito “Te los advertí,” entre con cautela, empuje la puerta que estaba entre abierta camine hacia adentro todo estaba en silencio y oscuro encendí la luz, Carla estaba colgada por el cuello, la soga estaba amarrada en la parte alta del barandal de la escalera estaba desnuda, le habían abierto en canal desde el pecho y su  viseras yacían en el piso, en su pierna derecha decía “Adios”, Sentí mucho frio, una voz me susurro al oído “Adios” en ese momento perdí el conocimiento, cuando desperté, Estaba amarrada a una camilla de esta clínica psiquiátrica. 

Por: Cesar G. Jimenez 

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