Horror leyenda:
Puente del Diablo (Ceret, Francia.)
La leyenda de Ceret se parece bastante a otras leyendas que
atribuyen la construcción de ciertos puentes al Diablo. Existan diversas
variantes que tienen muchos elementos comunes con la de Ceret al siglo XIV.
Los
ceretanos querían construir un puente de piedra para cruzar el Tec, pero las
orillas del río estaban muy abruptas. Pidieron a todos los ingenieros del país,
pero después de haber visto el lugar, los numerosos expertos declararon que el
proyecto era imposible. Uno de ellos, atraído por el dinero que se ofrecía, afirmo
que construiría el puente, se comprometió a acabarlo en un año. El ingeniero se
puso a trabajar, elaborando planos y empezando las obras. Rápidamente, las
bases del puente y del arco fueron construidos, pero, durante una crecida
importante del rió, las obras de desplomaron. A pesar de su gran decepción, el
ingeniero se puso de nuevo a construir el puente, y, al largo de seis meses, el
puente cruzaba el Tec, estaba por acabar la semana siguiente. Todos estaban
felices de ver el puente casi acabado, pero de repente, la bóveda se cayó. La
gente estaba furiosa, y acusaron el ingeniero de ser responsable de estas desgracias.
Le dijeron que si no acabaría el puente en los seis meses, lo ahorcarían. El
ingeniero se puso a construir el puente nuevamente, y hasta el último día, todo
se desarrolló bien. Lastimosamente, durante la noche del último día, una nueva
tormenta ocurrió. El río creció, hasta hacer caer el puente de nuevo.
Desesperado, el ingeniero huyó y se refugió en las sierras para escaparse del
furor de los habitantes. Mientras subía, encontró un hombre, alto, delgado, que
le tomo por el brazo:
-¿Dónde
vas?
-Qué te
importa. Déjame pasar.
-Sé quién
eres, y te quiero salvar la vida.
-Pero tú
¿quién eres?
-Qué te
importa. Esta noche, a media noche, el puente será construido de nuevo. Pero
tendrás que cumplir mi condición.
-¿Cuál es?
-Tendrás
que darme la primera criatura que cruzará el puente.
Espantado,
el ingeniero aceptó la condición del hombre, sospechando que fuese el diablo,
solo el demonio puede construir un puente en unas horas. El diablo desapareció
cuando el ingeniero acepto el acuerdo. El ingeniero volvió a su casa, y empezó
a meditar lo que tenía que hacer. A las once, cuando todos dormían,, el
ingeniero se dirigió a las orillas del río con un bolso grande sobre la
espalda. Cuando llegó, vio el diablo trabajando rápidamente en la construcción
del puente. Lo hacía muy hábilmente, ligando los materiales juntos para formar
de nuevo el arco y consolidar el puente. Cuando llegó la media noche, el puente
estaba acabado. Inmediatamente, el ingeniero saco de su bolso un gato negro con
una olla amarrada a su colla. Mientras que el diablo estaba poniendo la última
piedra, la piedra angular, se paro cuando oyó pasar el animal. Dejó caer la
piedra que tenía en la mano, y quiso tomar a la criatura que cruzaba el puente que
pensó era un caballero en armadura. Cuando se dio cuenta de la trampa, el demonio
grito, se enfado y desapareció inmediatamente. Hasta ahora, todavía, esta
piedra sigue faltante.
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